Aunque los resultados varían según los estudios, las investigaciones coinciden en general en que cierto grado de dolor de columna es común en los niños en edad escolar—desde la primaria hasta la secundaria y la preparatoria. Múltiples factores pueden contribuir al dolor de columna en los estudiantes, y uno que aparece con frecuencia en la literatura es el uso de mochilas. El problema no es necesariamente el uso de la mochila en sí, sino la tensión que las mochilas pesadas, mal ajustadas o mal usadas ejercen sobre el cuerpo en desarrollo del niño.
En un experimento realizado en 2015, una voluntaria caminó en una cinta de correr durante cinco minutos usando diferentes tipos de mochilas: una mochila de dos correas, una mochila de una correa, una bandolera, y una bandolera cruzada. La mochila de dos correas se asoció con la menor actividad muscular de la columna vertebral, lo que sugiere que podría ser la menos propensa a contribuir al dolor de espalda. Desafortunadamente, un estudio realizado en 2025 con 384 preadolescentes descubrió que incluso entre los estudiantes con mochilas de dos correas, casi la mitad se colgaba la mochila sobre un hombro de forma rutinaria, un hábito que puede ejercer una tensión desigual sobre la columna vertebral y los tejidos circundantes.
Cuando una mochila pesa demasiado, aumenta la tensión sobre los músculos, tendones, ligamentos y discos vertebrales del cuello, la parte media y baja de la espalda, y la pelvis. Llevar peso excesivo también afecta el equilibrio y la postura del niño, ya que obliga a desplazar el centro de gravedad del cuerpo para acomodar la carga. Los expertos generalmente recomiendan que una mochila no pese más del 10-15% del peso corporal del niño. Sin embargo, el estudio de 2025 reveló que más de la mitad de los estudiantes sobrepasaban esta recomendación. Otras investigaciones han demostrado que por cada kilogramo de aumento en el peso de la mochila, el riesgo de desarrollar dolor de espalda aumenta hasta en un 45%.
Además, la cantidad de tiempo que se lleva una mochila también puede elevar el riesgo de lesiones a medida que se acumulan la fatiga de los tejidos y las adaptaciones posturales. Un estudio de 2016 con más de 5.300 estudiantes de todos los grados reveló que, aunque el peso relativo de la mochila disminuye a medida que los niños crecen, la tasa general de dolor de columna aumenta con el tiempo. Un análisis más detallado revelaró que la duración del uso de la mochila aumenta con cada grado, lo que la convierte en un importante factor de riesgo de dolor de columna.
Por supuesto, las mochilas no son la única causa de dolor de columna en niños. Otros factores de riesgo comunes son el exceso de tiempo sentado y frente a las pantallas, la poca actividad física, la mala alimentación, y la falta de sueño. Afortunadamente, unos hábitos adecuados con la mochila, ejercitarse regularmente, y un estilo de vida saludable pueden contribuir en gran medida a reducir el dolor de columna en los estudiantes. Si el dolor persiste o empeora, los padres y los estudiantes deben consultar a un profesional de la salud, como un quiropráctico, para una evaluación exhaustiva y orientación sobre un tratamiento seguro y eficaz.